Primera visita: Anamnesis y recogida de datos.
Evaluación del paciente: Mediante protocolos, test, guías de observación, etc.
Derivación a otro especialista en el caso que sea necesario.
Planteamiento de objetivos específicos para cada paciente.
Establecimiento de la temporalización: Habitualmente el tratamiento es de una o dos sesiones INDIVIDUALES a la semana, de 30 ó 45 minutos de duración cada una, aunque puede variar según la patología y necesidades del paciente.
Tratamiento: el programa se irá adaptando en todo momento según las necesidades específicas de cada paciente.
Seguimiento y evaluación continua del paciente.
Alta del paciente: cuando se han conseguido todos los objetivos propuestos.
Coordinación con centros escolares y con otros profesionales.